La mejor forma de caer…

Les contaba la vez anterior que estaba practicando “Paddle Board” por primera vez y me encontraba aterrorizada sobre aquella tabla, preguntándome “¿porque se me ocurrió esta brillante idea?”… ¿Quieren que les siga contando? ¿Les cuento si me caí o no?…

Pues una vez dejé de gritar como histérica, pensé, “…debo resolver esta situación. Cálmate y madura – me dije.” Y pensé que quizás lo mejor que me podía pasar era caerme y volver a comenzar. ¿No te ha pasado que cometes un error tan grande o tan tonto en tu trabajo que si fueras tu jefe te despedirías? Llegas a planificar lo que harás una vez te despidan y hasta te convences de que es lo mejor que te puede pasar para comenzar nuevamente sin tener la mirada de descontento de tu jefe sobre ti….

Pues así. Decidí que era mejor caerme, pero no sabía cómo caerme elegantemente y salir ilesa de la caída. Sí, porque si te vas a caer quieres hacerlo con clase… Fue entonces cuando vi a uno de mis compañeros resbalarse sobre su tabla, luchar por segundos para recobrar el balance y caer estrepitosamente sobre el mar…. Sin su remo, lejos de su tabla… Y pensé, “ok, y yo no sé nadar” Así que cambié mi determinación, y recordé que el entrenador nos había dicho que si no queríamos estar de pie simplemente nos tiráramos sobre nuestras rodillas, pero que lo hiciéramos sin titubeo, de una, “puff” cae de rodillas. Así que eso hice, me tiré sobre mis rodillas y ¡no caí!

Muchas cosas aprendí sobre esto, pero les comparto las 5 mas importantes:

  1. Hay otra salida – Hay veces que estas atravesando momentos muy difíciles y no sabes cómo sobrellevarlos y piensas en lo peor para ti. Dios te da la oportunidad de no caer. Dios te da la salida en oración. ¡Si te tiras sobre tus rodillas no te caerás! Antes de tirarte al mar, tírate sobre tus rodillas. No todo está perdido. Mientras estés sobre tu tabla… mientras tengas a Jesús en tu corazón como tu Señor y tu Salvador todo estará bien. Por difíciles que parezcan las cosas, siempre hay una mejor salida que rendirte, quitarte, anularte. Lanzarte al vacío, al mar, al mundo, a la muerte, esa nunca es la opción.

  2. Hay momentos en que hay que menguar – Aprendí que hay momentos en donde necesitamos ser humildes. A veces preferimos caer por no menguar. A veces cuando un ministro cae en un pecado prefiere salir de esa iglesia, ser despedido o renunciar e ir a otro lugar para comenzar de nuevo. Pero en ocasiones Dios desea que simplemente “te bajes del altar y te sientes”. A veces Dios quiere que sus hijos muestren la humildad de recibir de aquellas mismas personas a las que en un momento ministraste porque es cuando demostramos que no se trataba de nosotros, sino de la gracia de Dios sobre nuestra vida. Seamos capaces de permanecer, pero hacerlo sentado o de rodillas, mientras esperamos estar listos para volver a estar de pie.

  3. Las etapas no se deben saltar – Comprendí que muchas veces somos expuestos muy rápido. Algunos instructores de paddle board enseñan a sus estudiantes a comenzar de rodillas y cuando se sientan listos entonces ponerse en pie. Pienso que esa es la forma correcta para todo. Pero hay lugares donde ven a una persona con “potencial” y la exponen demasiado rápido, aun cuando en ocasiones la misma persona sabe o siente que no está lista. Cuando comenzamos recibiendo toda la atención sobre nosotros y no estamos listos, estamos en un alto riesgo de caer de forma tan vergonzosa que quizás no lo volvamos a intentar. El tiempo de espera es necesario para sentir la confianza y tener la preparación suficiente para cuando llegue el tiempo de estar en pie.

  4.  Podemos evitar la caída – A través de esa experiencia pude también comprender que las caídas se pueden evitar. Si sabemos que estamos en una situación que no sabemos cómo manejar, que no podemos controlar y que no tenemos idea de cómo salir de ella, no tenemos por qué esperar a que la caída ocurra. Podemos evitar la caída cuando nos ponemos de rodillas. Las cosas no tienen por qué salir terriblemente mal si a tiempo nos damos cuenta de que Dios tiene una salida. Hace un tiempo vi un video de una demostración donde se veía a un hombre tratando de levantar a una pequeña niña (era un video de defensa personal ante un posible secuestro) y la niña dejaba su cuerpo caer hacia abajo, se tiraba sobre su rodillas, menguaba de hacer fuerzas y el hombre por más que trataba de levantarla ella insistía en hacer fuerza hacia abajo y ¡se le salía de los brazos al hombre! Me impresionó tanto que lo intenté en casa con mi hijo y funcionó. No luches por mantenerte en pie cuando lo que necesitas e arrodillarte. No luches por tus fuerzas cuando las fuerzas del Creador son mayores que las tuyas.

  5. El lugar más seguro para caer son tus rodillas – Esto es lo más hermoso y épico que descubrí ese día. No importa cuánto midas, no importa cuán pesado sea tu cuerpo, no importa cómo te tires sobre tus rodillas. Si te lanzas de rodillas sin titubear tu tabla no te dejará caer!!! Y perdónenme pero aquí tengo que gritar un ¡ALELUYA! J Cuando te tiras sobre tus rodillas ante Dios y clamas sin titubear, Él siempre te va a recibir. Él no va a dejarte caer al vacío, el secará tus lágrimas, te brindará la paz que sobrepasa todo entendimiento y te recibirá como un padre recibe a sus hijos.

Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh DiosSalmos 51:17

Si has sentido que estas a punto de caer… no esperes más y mengua. No importan las razones, si has tomado malas decisiones, has saltado etapas, estas sobrecargado, sientes miedo o te están empujando a la caída… No importa, si sientes que vas a caer, tírate sobre tus rodillas y ve al Santo lugar. Al trono de la gracia de Dios en donde puedes desahogar tu alma, recuperar fuerzas y ver las cosas desde la perspectiva de nuestro Padre.

Dios mismo nos da la salida a los problemas de la vida. No tratemos de resolverlo todo. En ocasiones solo necesitamos menguar. Dejar de luchar y que todo nuestro cuerpo se ponga de acuerdo para caer de rodillas ante Dios. Que el peso de la Gloria de Dios no permita que seamos fácilmente movidos.

Descansa en El y espera el momento propicio para volver a estar en pie. Cuando estemos listos….

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